¿Comer golosinas es malo para mis dientes?
Están deliciosas y son irresistibles. Pero por desgracia suelen contener mucho azúcar. Además, seguro que tú también te has visto alguna vez intentando quitarte los restos de una golosina de un diente. Y es que, igual que los caramelos, las golosinas son una de las principales amenazas para tus dientes. Tanto en adultos como en niños. Lo malo es que esa incomodidad que produce a los adultos tener algo pegado en un diente puede pasar desapercibida en los más pequeños.Esto hace que tengan restos de golosinas en su boca durante más tiempo, aumentando el riesgo de caries.
¿Cuáles son las golosinas más peligrosas para los dientes?
- Las golosinas blandas y pegajosas son las más perjudiciales de todas. Se pegan a la superficie de los dientes y dejan restos sobre ellos. Son difíciles de desprender, incluso con el cepillado. Cuanto más tiempo permanecen en la boca, más probabilidades hay de que aparezcan caries.
- Las golosinas de chupar y los caramelos. Acumulan azúcar en la saliva y la dispersan por todos los rincones de la boca. Además, el chupeteo continuo lleva a la mandíbula a hacer movimientos antinaturales. Repetido en el tiempo, esto puede afectar la disposición de los dientes e, incluso, derivar en alteraciones de la mordida.
- Finalmente están las chucherías que se disuelven rápido. Pasan menos tiempo en contacto con los dientes y encías. Por lo que son menos peligrosas que el resto.
¿Cómo puedo reducir el riesgo que producen las golosinas en mis dientes?
- Lo que provoca las caries no es la cantidad de azúcar sino la frecuencia. El consumo de golosinas no puede ser una rutina. Es mejor comer varias golosinas juntas en un mismo momento del día que repartirlas durante toda la jornada.
- Intercalando los dulces con algún alimento consigues que la boca genere más saliva y que esta se encargue de eliminar los restos de azúcar que quedan en los dientes.
- La mejor manera de evitar que el azúcar se quede en la boca es cepillarse los dientes lo antes posible después de tomar golosinas, sobre todo sin son de las pegajosas.
- Procura escoger ese tipo de golosinas que se consumen con mayor rapidez y que no contienen potenciadores de sabor como el ácido cítrico, ya que estos contribuyen a la erosión de los dientes.
¿Las chucerías sólo producen caries?
Lo cierto es que consumir demasiadas chucherías puede producir:
- Aumento de la placa bacteriana. Las bacterias se alimentan de azúcar y empiezan a desarrollarse, acumularse y endurecerse en la superficie de los dientes.
- Incremento de la acidez en la boca. La presencia de bacterias nocivas provoca un aumento del pH de la boca. Estos ácidos debilitan los dientes y permiten a las bacterias colarse en el interior.
- Caries. Como consecuencia del aumento de la placa bacteriana y de la acidez en la boca, las bacterias hacen agujeros en los dientes y se instalan en ellos. Cuando llegan a la raíz de estos su presencia resulta dolorosa, por eso son tan importantes las revisiones periódicas en la consulta del denstita.
- Inflamación de las encías. La placa que se acumula en los dientes retrotrae la encía y deja la dentadura más expuesta. Esto se traduce en hipersensibilidad, sangrado y una mayor debilidad de las piezas dentales.
- Fracturas en los dientes. Si las golosinas muy blandas se pueden quedar incrustadas en la superficie de las muelas, las muy duras pueden hacer que los dientes más débiles se fracturen o se agrieten por efecto del ácido en la boca.
RECUERDA: es mejor una pequeña cantidad de golosinas junta y seguida de un buen cepillado que andar comiendo chuches todo el día. Procura elegir golosinas que puedan comerse rápida y fácilmente para limitar el tiempo que el azúcar está en contacto con tus dientes y encías. Acude a tus revisiones con el dentista para detectar a tiempo las enfermedades de tu boca https://clinicagonzalezconde.es/odontologia-preventiva/